- 31 octubre 2025
- Posted by: Fenix Consultores
- Categoría: Acoso laboral
El acoso laboral sigue siendo uno de los grandes retos dentro de las organizaciones. Más allá de la obligación legal, disponer de un protocolo de acoso laboral es una forma de cuidar a las personas y construir un entorno de trabajo seguro y respetuoso.
Sin embargo, todavía son muchas las empresas que no saben por dónde empezar o qué debe incluir este documento.
En esta guía te explicamos, de forma clara y práctica, cómo elaborar un protocolo eficaz paso a paso, adaptado a la normativa vigente en 2025.
¿Qué es un protocolo de acoso laboral?
Un protocolo de acoso laboral es un procedimiento interno que define cómo prevenir, detectar y actuar ante posibles situaciones de acoso dentro de la empresa.
Su propósito es garantizar que cualquier denuncia se gestione con seriedad, confidencialidad y respeto, protegiendo tanto a la víctima como a la organización.
Este documento es obligatorio para todas las empresas, con independencia de su tamaño, según establecen:
- El Estatuto de los Trabajadores (art. 4).
- La Ley Orgánica 3/2007, para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.
- Los Reales Decretos 901/2020 y 902/2020, sobre planes de igualdad y registro retributivo.
Por qué es obligatorio tenerlo
El Ministerio de Trabajo y la Inspección de Trabajo pueden solicitar este protocolo en cualquier momento.
No disponer de él se considera una infracción muy grave, con sanciones que pueden superar los 180.000 euros, según la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS).
Pero más allá del cumplimiento normativo, contar con un protocolo bien elaborado demuestra un compromiso real con el bienestar y la igualdad en el trabajo.
Es una señal de cultura corporativa sólida y de respeto hacia las personas.
Cómo elaborar un protocolo de acoso laboral paso a paso
1. Analiza la situación de tu empresa
Antes de redactar nada, conviene observar el entorno laboral con honestidad.
¿Cómo se gestionan los conflictos? ¿Existe confianza para comunicar un problema?
Un pequeño diagnóstico (a través de encuestas o reuniones internas) ayuda a detectar posibles riesgos y adaptar el protocolo a la realidad de la empresa.
2. Define las conductas que no se van a tolerar
El protocolo debe dejar claro qué comportamientos constituyen acoso laboral, sexual o por razón de sexo.
Conviene incluir ejemplos concretos: humillaciones, insultos, aislamiento, chantaje, difusión de rumores o de contenidos vejatorios.
Cuanto más claro y directo sea, más útil resultará.
3. Crea un canal confidencial para las denuncias
Es fundamental que cualquier persona pueda comunicar una situación de acoso con total seguridad.
El canal puede ser un correo electrónico, un formulario interno o un responsable designado, pero siempre debe garantizar la confidencialidad y proteger a la persona denunciante frente a posibles represalias.
4. Establece un procedimiento de actuación
El protocolo debe explicar qué pasos se seguirán cuando se reciba una denuncia:
- Recepción y registro del caso.
- Apertura de una investigación interna o nombramiento de una comisión.
- Valoración de los hechos y, si procede, medidas cautelares.
- Resolución final y seguimiento del caso.
La clave está en actuar con rapidez, objetividad y respeto.
5. Informa y sensibiliza a la plantilla
No basta con tener el documento: hay que comunicarlo y formar al personal.
Toda la plantilla debe conocer cómo funciona el protocolo, a quién acudir y qué garantías ofrece.
Además, es recomendable formar especialmente a mandos intermedios y responsables de recursos humanos.
6. Revisa y actualiza el protocolo periódicamente
El entorno laboral cambia y la normativa también.
Por eso es importante revisar el protocolo cada cierto tiempo, comprobar que sigue funcionando y adaptarlo a los nuevos retos o estructuras de la empresa.
Qué debe incluir un protocolo de acoso laboral
Un protocolo completo suele contener los siguientes apartados:
- Objetivos y ámbito de aplicación.
- Marco legal de referencia.
- Definiciones de acoso y conductas prohibidas.
- Principios de actuación: confidencialidad, imparcialidad, celeridad.
- Canal de denuncias y procedimiento interno.
- Medidas cautelares y disciplinarias.
- Seguimiento, revisión y mejora continua.
Este esquema puede servirte como punto de partida para crear tu propio modelo adaptado.
Buenas prácticas y errores comunes
Buenas prácticas:
- Involucra a la representación legal de los trabajadores.
- Redacta el protocolo en un lenguaje claro y accesible.
- Revisa su aplicación real en el día a día.
Errores frecuentes:
- Copiar modelos genéricos sin adaptarlos a la empresa.
- No definir quién gestiona las denuncias.
- Dejarlo archivado sin comunicarlo ni aplicarlo.
Más que una obligación, un compromiso
El protocolo de acoso laboral no debería verse como un simple trámite legal, sino como una herramienta para proteger a las personas y mejorar el clima laboral.
Implantarlo correctamente ayuda a prevenir conflictos, reforzar la confianza y proyectar una imagen responsable de la empresa.
Si tu organización necesita apoyo para elaborarlo o revisarlo, en Fénix Consultores te ayudamos a implantar el protocolo de acoso laboral en tu empresa conforme a la normativa vigente y con un acompañamiento profesional en cada paso.
